¿Es usted feliz como lector de ciencia
ficción?
Yo sí, y creo que su respuesta también es
afirmativa.
¿Será por la gran cantidad de textos que
encontramos, cada mes, cada semana, en nuestras librerías favoritas o en los
e-shops online de literatura especializada?
¿Será porque se está escribiendo cada vez
mejor?
Ninguno de quienes estamos en esto de la
ciencia ficción, todavía no nos hemos detenido a analizar el gran auge de
nuestro género en este último tiempo. Vemos con mucho placer cómo crecen los
catálogos de las editoriales que publican el género, y la gran esperanza de
lograr abarcarlo todo, un día. Quizás sean las fructíferas políticas culturales
aplicadas en el ámbito editorial, quizás la escuela, quizás sea el arduo
trabajo de lectura y producción que se genera desde las escuelas estatales con
la lectoescritura. No lo sabemos, aún.
Desde nuestro querido boletín hacemos
denodados esfuerzos por ocuparnos de la mayor cantidad posible de novedades. Leemos
cuanto podemos y escribimos sobre lo que leemos. Siempre con alegría, dedicación
y la máxima honestidad posible. Y muy felices por nuestra labor.
La novedad que nos ocupa hoy es: Pueblo
Devenir de R. M. Esteban.
Con esta obra nos hemos encontrado hace unos
días. Nos llegó a nuestra bandeja de correo un pdf de un conjunto de textos,
que bien podría ser leído como una novela extensa que está por ser editada
en la conocida Editorial Monitoria de nuestro viejo amigo el Comandante F.
Ortiz. Ni bien vimos el mail nos entusiasmamos ante esta novedad. Es que,
además, la publicación nos llega con el aliciente de haber sido seleccionada
para el prestigioso Concurso Literario Internacional Pórtico, organizado por la
Facultad de Ingeniería de la UNLP, en conjunto con la Federación Argentina de
Ciencia Ficción y el auspicio de la prestigiosa editorial Putnam.
Me ha gustado
mucho la novela, y he pasado muy buenos momentos con su lectura. Tanto es así que para ampliar nuestra perspectiva sobre
esta hermosa obra le escribí
un mail al autor. Ansioso esperé la respuesta. A vuelta de correo electrónico
recibimos diversas respuestas de nuestro admirado autor quien relaciona su obra
con el siguiente poema:
las elipses más oscuras son una
ronda
profunda de una nave hacia
el abismo
sus doce cohetes apagados
silencio
adentro los cristales del frío
absoluto
rodean al cosmonauta perdido
soñando
titilan tres luces láser de la
cápsula
duerme vive envejece una pausa
que viaja
sobre la lentitud de la sangre
asesina
condenado a ser piedra ajena
lejana
vuelve arrojado a otra
tierra
el otro es distinto
el otro es distinto
Así, de esta simpática manera, comenzamos un
nutrido intercambio. Algo intrigado, le escribí otro correo comentándole sus
palabras y enviando nuevas preguntas. Luego de varios días, recibimos una gran
sorpresa. Nuestro autor nos regaló estas increíbles imágenes de ciencia ficción
soviética. Nos estuvo contando que se inspiró en estas producciones antiquísimas
de la época dorada de la ciencia y la tecnología soviéticas donde se fomentó la
edad dorada de su ciencia ficción. Miro, y vuelvo a observar esas imágenes
bellísimas y cada vez más creo que hay una intrínseca relación entre ellas y el
contenido de la novela.
Esteban de manera
enigmática nos dijo que él las ordena del 1 al 12, y que ahí se puede
establecer una historia, una continuidad, y que esa narración sin palabras
pertenece a su pueblo. De la misma forma el poema, alguien está perdido en la
vida y encuentra un lugar en el mundo, pero en ese momento nota que todo ha
cambiado, él y el mundo son otros. Quizás, uno puede hallar zonas enigmáticas,
extrañas, que resisten una interpretación llana, bueno, eso, puede ser el
principio de una definición de literatura: esas palabras hiladas de tal manera
que no podemos explicarlas totalmente.
Luego le escribí a Ortiz, nuestro amigo editor, quien nos respondió casi inmediatamente que a él la novela le había “fascinado”
y que le parecía una obra maestra. Contó que el trabajo de edición le llevó un
tiempo significativo que sirvió para asentar la estrecha relación con el autor.
Además, aclaró que el autor desde hace un tiempo se retiró a un chalet cercano
a Guaminí. Nos contó que él no lo conoce personalmente y que están trabajando
por medio de la web para la edición de sus textos.
Ortiz nos contó que Esteban tiene una gran personalidad y que desde la editorial tienen mucha fe en lo que está escribiendo así como en los libros que ha editado. Nos comentó que el escritor tiene un gran proyecto como de novela río. Es decir, una serie de historias todas concatenadas por estar sucediendo en ese mismo mundo. Es decir, se viene una ristra de novelas ambientadas en ese tiempo ucrónico. Y por lo que comenta el editor, la motivación final de semejante despliegue se irá develando con el trascurso de las ediciones. Preguntamos si ya tenía en sus manos todo ese material y Ortiz nos confesó algo que nos dio cierta extrañeza: Esteban escribe sus novelas ucrónicas a la par del tiempo presente. Es decir, son en presente pero de un tiempo paralelo. En otro mail repreguntamos pero nuestro interlocutor no supo respondernos. Me llamó poderosamente la atención este método, sobre todo como consigna restrictiva de escritura. Le escribí a Esteban por este tema pero no recibí una respuesta, aún, como si el autor no supiera. Igual como lectores, autores, de ucronías podemos conjeturar que si este género está tan ligado al presente o a la realidad, quizás, sea porque depende de lo real. Y, además, lo real es releído, iluminado, desde esos textos, con mayor profundidad que otros.
Bueno, fue una verdadera aventura leer esta
novela, así como conocer a su autor y escribir sobre ella. Creo que le espera
un gran futuro así como un gran reconocimiento. La recomiendo con énfasis. Léanla.
* P/D: Agrego un breve texto que me llegó, un sms del autor diciendo lo siguiente:
no reconocemos lo sucesivo
el tiempo y el pensamiento
se muerden en círculos